Dinamarca ha sido el primer país en anunciar el fin del dinero físico. Se estima que el país nórdico dejará de utilizar dinero en efectivo en el año 2030. Pero desde principios de año los comercios daneses se pueden negar a recibir dinero, y pueden pedir a sus clientes que realicen los pagos a través de otros métodos.
Más cerca de nosotros, la empresa de autobuses urbanos de Donostia, Dbus ha anunciado que llevará a cabo pruebas piloto para la eliminación del pago en efectivo. En breve, no se podrá pagar con dinero físico en dos líneas de la compañía.
FUENTE: Gipuzkoagaur
Este cambio supondrá una gran revolución en los métodos de pago, y acarreará cambios de costumbre en el día a día de los consumidores. Pero la paulatina desaparición del dinero físico está trayendo consigo una revolución en el ámbito de los pagos.
Hace ya años que se popularizaron las tarjetas de crédito y de débito. Los bancos y cajas de todo el mundo contribuyeron a una de las grandes revoluciones monetarias de la historia. El desarrollo de esta tecnología ha generado las tarjetas contactless. Este sistema permite el “pago de plástico” sin tener que introducir la tarjeta en ninguna ranura. El simple hecho de acercar la tarjeta a la terminal de pago sirve para completar la transferencia. Cuando la cantidad a pagar es elevada, en algunos casos, el usuario deberá de introducir su contraseña.
Este nuevo sistema permite reducir el tamaño de las tarjetas, ya que la banda magnética tan típica de las antiguas tarjetas ya no es un elemento necesario. Esa reducción de tamaño, ha acarreado un cambio de diseño; ya es habitual que los bancos las ofrezcan en formato de pegatina para poder pegarlos en la parte trasera del dispositivo móvil de cada usuario. En Euskadi, tanto Kutxabank como Laboral Kutxa ofrecen las denominadas Tarjetas Sticker (tarjetas pegatina) desde hace ya algún tiempo.
FUENTE: Kutxabank
Del mismo modo que hace un par de décadas las tarjetas de crédito cambiaron por completo el modo de pagar, ahora son las aplicaciones web y las aplicaciones para el móvil las que están alterando realmente el sector.
Como últimamente ocurre en el mundo tecnológico, Android y Apple se han lanzado a conquistar el sector. Estas empresas han creado los servicios Android Pay y Apple Pay. Los gigantes tecnológicos ya han realizado las pruebas piloto en varios países del mundo, y en contados países ya están en marcha, por lo que se espera que pronto den el salto definitivo al mercado mundial. Además estos servicios pretenden ofrecer funcionalidades extra; es el caso de tarjetas de transporte o tarjetas de fidelización en numerosos supermercados.
Un proyecto más modesto y más cercano es el de la empresa Boletus. Esta empresa con sede en Bilbao lanzó hace algún tiempo la aplicación que lleva el mismo nombre que la empresa. En un primer momento el principal atractivo que ofrecía la app eran los descuentos para numerosos establecimientos. Con el paso del tiempo, la idea de poder pagar a través de la app se ha convertido en realidad. Con el objetivo de fomentar el comercio de proximidad, Boletus ha instalado un sistema de pago en varios puestos del Mercado de la Rivera de Bilbao.
FUENTE: Boletus
Pero el pago móvil no está presente únicamente a la hora de comprar y vender cosas. Como con el dinero tradicional, el pago a través del móvil se ha extendido a muchos otros ámbitos de la vida. El pagar planes de viajes, de fiestas etcétera entre amigos es una práctica muy habitual; por ello, existen ya varias aplicaciones para compartir gastos. Es el ejemplo de Google Wallet una herramienta online que se puede utilizar tanto en el móvil como en el ordenador. El gigante americano también busca un hueco en el mercado, y por ello, lanzó esta app en 2013. El banco holandés ING Direct comercializó la aplicación “Twyp” con esa función, y en el País Vasco Kutxabank hizo lo mismo con la app “Apatxas”. Ambas permiten el pagar a medias los gastos comunes, atendiendo al número de personas involucradas y a los gastos extras correspondientes a cada uno de los participantes.
Hasta ahora cada banco había apostado por utilizar su propia tecnología y como consecuencia cada una ha optado por desarrollar su propia aplicación. De todos modos, parece que esto puede empezar a cambiar. En un intento de unificación, y con intención de hacer más accesible el mercado, más de 30 bancos han lanzado una plataforma común bajo la denominación Bizum. El objetivo de esta app es dar cabida a cada una de las apps de cada banco, ofreciendo al cliente un espacio común. La principal novedad que acarrea esta nueva plataforma es la compatibilidad entre clientes de distintos bancos; gracias a ello, las transferencias realizadas a través de esta plataforma están exentas de comisión. Pero además de transacciones, se espera que pronto se pueda utilizar para hacer pagos en tiendas o para el pago online. Kutxabank, Laboral Kutxa, CaixaBank, BBVA, Santander, Sabadell, Bankia o Banco Popular son algunos de los bancos que se han adherido al proyecto, que en total representa al 95% del mercado.
FUENTE: Bizum
Está claro que la revolución no ha hecho más que empezar. Habrá que ver qué novedades nos depara el futuro; pero lo que es cierto es que el modelo actual poco tiene que ver con el de hace unos años.
