Se está escribiendo mucho sobre cómo tiene que ser el Community Manager: su perfil, su formación, … Nos preguntamos si tiene que ser alguien de la empresa, una consultoría, un becario avispado.
Todo depende del tipo de empresa de la que estemos hablando, del presupuesto que tenga para abordar su presencia on-line, de los objetivos que se haya marcado, … La necesidad de cubrir el puesto de Community Manager no debería nacer sin convencimiento, sólo para el escaparate. Esta figura es fundamental, es la voz y los oídos de nuestra empresa.
Al margen de objetivos, presupuestos, tamaños, etc… encontramos características comunes. El Community Manager debe conocer la empresa: sus objetivos, cómo funciona y que prioridades tiene. Tiene que tener mano izquierda para afrontar y dirigir las críticas de los usuarios sobre su marca o empresa. Dinamizador, investigador, curioso, emprendedor, comunicador y por supuesto, un experto en web 2.0.
Pero, en mi opinión, la característica más importante que debería tener todo Community Manager es sentido común … el menos común de todos los sentidos.