Hasta hace poco tiempo, el beneficio era casi el único indicador de éxito en una empresa. Pero este dato ya no es suficiente. La reputación online debería tomar ya parte en las estadísticas de las compañías.
Para poder explotar todos los recursos que la web 2.0 ofrece hay que esforzarse en conocer las características propias del medio. Primero, localizando los canales donde se comunican nuestros clientes o potenciales clientes. Segundo, escuchando qué dicen de nosotros, que les gusta, … Tercero, comunicándonos con ellos, conversando.
Y por último, buscaremos las aplicaciones que aporten la mejor información de la presencia de nuestra empresa en las comunidades donde interactuemos. Tenemos que saber medir el impacto de nuestras campañas on-line, la evolución de la audiencia, conocer quien es nuestro público, sus gustos, el calado de nuestro contenido, …